Una de las eternas disyuntivas en las reformas es ¿qué son mejores las ventanas de aluminio o de PVC? Y lo cierto es que no se puede descartar una en detrimento de la otra porque ambas son buenas soluciones. Entonces, ¿qué hacemos? Pues conocer los puntos fuertes y débiles de cada una de ellas y tomar una decisión.
Ventanas de aluminio
La opción de las ventanas de aluminio es una de las más clásicas en el ámbito de la construcción y las reformas. El aluminio es un material muy fuerte. Las estructuras metálicas realizadas con él son muy resistentes y no sufren ni las daña la intemperie.
Se pueden hacer diseños de todo tipo con perfiles de diferentes grosores que se adaptan a todos los gustos y necesidades.
En cuanto a su capacidad de aislamiento térmico el problema de que el aluminio sea un material conductor queda solucionado mediante el sistema de rotura de puente térmico. Gracias a ello se consigue un 40% de ahorro en calefacción y refrigeración.
Otra de las ventajas a la hora de saber si son mejores las ventanas de aluminio o de PVC es el mantenimiento. En este caso, hay que decir que el aluminio apenas demanda mantenimiento. Un simple paño humedecido basta para limpiar los marcos.
Las características del PVC
El PVC se está convirtiendo en una de las grandes alternativas a las ventanas de aluminio. El motivo es que proporcionan un alto grado de aislamiento térmico y acústico. Además como no es un material conductor, no necesita sistema de rotura de puente térmico.
Su mantenimiento es también muy escaso, y la única desventaja frente al aluminio es que, mientras que el aluminio no es inflamable, el PVC desprende componentes altamente tóxicos.
Cómo elegir las mejores ventanas de aluminio o PVC
Como ves ambas soluciones son eficientes y permiten realizar diseños de todo tipo con diferentes sistemas de apertura. Además, sus capacidades técnicas hacen de las dos unas ventanas altamente resistentes y eficientes.
Y el precio es muy similar, ¿cuál te convence más?