Cómo cambiar ventanas de madera por aluminio 

Uno de los aspectos que a menudo retrasa la actualización de nuestras ventanas es el incordio que suponen las obras. Uno de los miedos más habituales es que el trabajo de quitar las ventanas viejas e instalar las nuevas afecte a las habitaciones que van a requerir una puesta a punto. En este post te contamos cómo cambiar ventanas de madera por aluminio de manera  rápida y sin molestias. 

¿Por qué cambiar ventanas de madera por aluminio? 

Si te preguntas por el motivo del cambio, principalmente está relacionado con el ahorro y la eficiencia energética y la durabilidad.

  • Eficiencia energética y ahorro económico. La madera es un material fuerte y resistente, pero una ventana de perfiles de aluminio proporciona mejor nivel de aislamiento. El aluminio permite realizar ventanas más finas de gran eficiencia. El problema de que el aluminio sea un material conductor queda solucionado gracias al sistema de rotura de puente térmico, evitando que haya traspaso de temperatura de interior a exterior. Esto unido a unos cristales de calidad mejoran el grado de aislamiento que se traduce en un menor gasto en calefacción y en refrigeración. Con unas ventanas de aluminio de calidad se cuida el medio ambiente y se ahorra dinero. 
  • Larga durabilidad. El aluminio a diferencia de la madera apenas demanda cuidados. Es duro y resistente y no se estropea ni con la lluvia ni con el sol. Un simple paño húmedo basta para limpiarlo y que siga en perfecto estado. 

La importancia de la correcta instalación de las ventanas

Una ventana de aluminio de calidad puede ver mermada su eficiencia si no se instala de manera correcta

Si te preguntas cómo cambiar ventanas de madera por aluminio, debes saber que va a depender de las dimensiones de la ventana y de la ubicación en la habitación. Además de esto dependiendo de los cerramientos instalados se podrá o no hacer un reemplazo sin obras. 

El proceso de cambio de ventanas se va a ver afectado dependiendo de que haya que actuar sobre los cercos, las guías, las garras y la tornillería que la sujeta a la pared.

La instalación también varía si hay que abrir un hueco para la persiana o si hay que cerrarlo. En los casos en los que hay que realizar más trabajos el proceso puede alargarse a dos días y, según la habitación, habría que realizar trabajos de albañilería, alicatado, pintura o incluso trabajos de cableado o ajustes en la instalación de gas y electricidad