Tener ventanas de calidad puede suponer un ahorro mensual de hasta el 70% en la factura de gas y electricidad. Un dato muy importante, pero también conviene saber cuánto cuesta cambiar una ventana de PVC, es decir, la ventana nueva en sí más los gastos de instalación.
Pues bien, dar una cifra concreta es muy complicado. El motivo es que intervienen muchos factores que pueden hacer que el precio varíe de manera notable.
Modelo de ventana y sus dimensiones
Como no puede ser de otra manera, el modelo de ventana y las dimensiones son determinantes. Hay unas medidas estándar que suelen hacer que el precio sea más moderado, pero en cuanto hay que hacer ventanas con tamaños especiales, ya sean grandes o pequeñas, el precio aumenta.
En cuanto a los modelos y en concreto a los sistemas de apertura, por regla general las ventanas correderas son más económicas que las batientes. Y todos los modelos especiales o, mejor dicho, no tan habituales, resultan más caros. Estamos hablando de ventanas plegables, elevables, pivotantes o de guillotina.
Perfiles y vidrios
Otros dos elementos que hay que tener en cuenta para saber cuánto cuesta cambiar una ventana de PVC son los perfiles y el número y grosor de los cristales.
Teniendo en cuenta que el PVC es un material bueno en cuanto a aislamiento y que es un material no conductor, un perfil de tipo estándar logra un buen aislamiento térmico y acústico.
Pero si, por la ubicación de la vivienda o preferencias personales, se quiere una perfilería más gruesa y completa, el precio final se eleva. Y lo mismo sucede con los cristales.
Los extras para calcular cuánto cuesta cambiar una ventana de PVC
Por último hay que tener en cuenta los extras que podemos incorporar a nuestras ventanas de PVC. Por ejemplo, cristales con protección especial contra los rayos ultravioleta, mosquiteras, persianas motorizadas o cierres de seguridad.
Todo esto en lo que respecta a la ventana. A ella hay que sumar los gastos de instalación que realmente no son los que van a hacer variar mucho el precio.
Dependiendo de las ventanas se podrá quitar la antigua sin apenas obras. Es decir, sin tener que actuar sobre los cercos, las guías, las garras y la tornillería que las sujeta a la pared.
En resumen, lo recomendable es consultar con tu especialista de confianza y obtener así un presupuesto a tu medida.