Cuando pensamos en la seguridad de nuestro hogar, nos fijamos casi siempre en las puertas, pero las ventanas son un punto vulnerable que no debemos descuidar. Por eso te explicamos diferentes opciones en cierres de seguridad de ventanas correderas de aluminio.
Protección en ambas direcciones
Los cierres de seguridad para ventanas correderas de aluminio garantizan que no va a entrar ningún ladrón en casa y también te dan la tranquilidad de que ni niños, ni personas mayores dependientes puedan salir o caer a través de ellas.
Las ventanas correderas son quizás uno de los sistemas más fáciles de forzar y abrir. Para solucionarlo, lo primero es comprar ventanas de calidad, hechas en una carpintería metálica de confianza, con buenos materiales y acabados. Esto garantizará que el cierre de la ventana corredera quede firme y bien anclado y no baste un simple golpe o movimiento para abrirla.
Pero a veces esto no es suficiente y es cuando hay que recurrir a cierres extra. Sobre todo en viviendas con niños pequeños que, aunque tengan la ventana cerrada, son capaces de manipular un cierre normal y lo mismo sucede con personas mayores con demencia.
Modelos de cierres de seguridad para ventanas correderas de aluminio
En el mercado existen diferentes opciones para aumentar la seguridad de las ventanas. Uno de los más comunes son los pestillos. Una cerradura de toda la vida que, sobre todo, desde fuera de la vivienda impide que se fuerce la ventana.
Otro de los cierres más comunes es una cerradura con llave. Se instala una parte de la cerradura en cada uno de los lados de la ventana, en el marco y en el perfil, y con una vuelta de llave no hay forma de abrirla. Por último destacamos los cierres de bloqueo de dirección. Son autocerraduras que evitan que la ventana se abra porque para desbloquearla hay que mover la cerradura de izquierda a derecha.
