Si vas a hacer reformas en casa y quieres cambiar las ventanas de aluminio por PVC sin obra es posible. El cambio se puede hacer de manera sencilla y rápida sin ocasionar muchos quebraderos de cabeza.
Claves para cambiar ventanas de aluminio por PVC sin obra
De lo primero que hay que ser conscientes es que en el sector de las ventanas hay un continuo debate sobre qué es mejor, el aluminio o el PVC. Lo cierto es que ambos materiales proporcionan altos niveles de aislamiento, de hermeticidad y de ahorro energético.
Pero también es cierto que cada material tiene unas características propias que lo hacen especial. En el caso del PVC cabe destacar que es un material no conductor. Es decir, que proporciona gran aislamiento, lo que se traduce a su vez en ahorro energético y económico.
Para cambiar ventanas de aluminio por PVC solo hay que tomar bien las medidas del hueco de la ventana. No hay que medir solo la ventana de aluminio que está puesta, hay que verificar las medidas y hueco de la pared. Y, para no equivocarse, los expertos recomiendan tomar las medidas de 3 anchos y 3 altos.
Se dice que cambiar ventanas de aluminio por PVC sin obra es posible, porque el proceso es rápido. Una vez que se dispone de la nueva ventana, solo hay que quitar la de aluminio. Para ello se pican los alrededores y se instala la nueva ventana.
Lo único que hay que hacer es ajustar y arreglar los bordes y pintar los pocos desperfectos que se hayan ocasionado. Inconvenientes que pueden llegar a llamarse “obra”.
Ventajas añadidas del PVC
Una vez que tengas instalada la ventana de PVC empezarás a disfrutar de sus ventajas. Además del buen aislamiento, el PVC es un material que apenas requiere mantenimiento. Se limpia fácilmente con un simple paño húmedo con jabón.
Por otro lado, el PVC es un material resistente que se puede realizar en diferentes colores. Por último hay que añadir que es ecológico, respetuoso con el medio ambiente y reciclable.